Orbán consigue un cuarto mandato consecutivo tras ganar las elecciones en Hungría
El partido Unión Cívica (Fidesz) del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán se ha impuesto claramente en las elecciones de este domingo con un 53,71 por ciento de los votos, según resultados oficiales correspondientes al 85,96 por ciento del escrutinio. El dirigente nacionalista húngaro ha obtenido de esta forma su quinta victoria, que es la cuarta consecutiva, con mucha más facilidad de la esperada en unas elecciones generales sacudidas por la invasión rusa de Ucrania.
Esta victoria ha superado, una vez más, los datos que manejaban los analistas, puesto que pronosticaron una batalla reñida. Su partido, el Fidesz, obtuvo el 54,24% de los votos tras un 77% escrutado, frente al 33,92% de la oposición, según la información difundida por la Oficina Electoral Nacional.
«Hemos conseguido una gran victoria», ha apuntado antes de agradecer el apoyo de los voluntarios «que aman a su patria» y los votos tanto «de dentro como de fuera del país. Conseguimos una victoria excepcional, tan grande que probablemente pueda verse desde la luna, y desde luego desde Bruselas», dijo Orbán en un breve discurso tras la publicación de resultados oficiales parciales.
La participación fue elevada y se acercó a la movilización récord de las elecciones de 2018. Orbán, vestido de negro y con el rostro serio, votó con su esposa Aniko Levai en una escuela a las afueras de Budapest, prometiendo una «gran victoria».
Las elecciones de Hungría también han dejado otros titulares como el del miembro de la oposición y vicepresidente de Jobbik, Marto Gyongyosi, al denunciar «irregularidades» durante estas votaciones presidenciales. Pero lo cierto es que, por primera vez, más de 200 observadores internacionales vigilaron los comicios. Cada grupo político, además, desplegaron a numerosos voluntarios en los diferentes colegios electorales, para el seguimiento de las votaciones.
Acusado por la Comisión Europea de múltiples ataques al Estado de derecho, Orbán ha aprovechado para lanzar un mensaje a la UE, muy crítica con sus reformas legislativas, a los «burócratas de Bruselas» y al «imperio Soros». «Grandes centros de poder y organizaciones internacionales han ido en nuestra contra. Ahora pueden decir que cada céntimo que han dado a la izquierda húngara ha sido un desperdicio», ha afirmado.
«Pero no debemos olvidar que no sólo tenemos enemigos, sino también amigos en el mundo: creo que también hay corazones buenos entre nuestros amigos estadounidenses, polacos, italianos, españoles, serbios, eslovacos y austriacos que han estado con nosotros y nos han ayudado en los últimos meses», ha destacado.
Victoria sobre la oposición
La formación de Orbán se impone así claramente a la coalición opositora Unidos por Hungría, que aglutina a seis formaciones y tiene como abanderado a Peter Marki-Zay y que ha logrado un 34,41 por ciento de los votos en una jornada electoral que se ha desarrollado con tranquilidad.
Estos datos tiran por tierra las previsiones que apuntaban a una disputa reñida entre Fidesz y la coalición Unidos por Hungría y certifican el rumbo conservador que propone Orbán, que controlará en torno a 122 de los 199 escaños, por 77 de la coalición opositora.
Unos ocho millones de personas determinan el reparto de los 199 escaños del Parlamento, que se compondrán mediante un sistema mixto: 106 de los diputados saldrán de circunscripciones uninominales, mientras que los 93 restantes se repartirán entre los partidos que hayan obtenido más del 5 por ciento de los votos a nivel nacional -el 15 por ciento en el caso de alianzas como Unidos por Hungría-.
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